El asesino del alfabeto: The Alphabet Killer (2008)

The Alphabet Killer
Overview
Based on the true story of double killings occurring in Rochester, NY during the 80’s and the troubled police officer determined to solve them, with or without the help of her department
Trailer
Cast

Eliza Dushku

Cary Elwes

Timothy Hutton

Hope Tomaselli

Michael Ironside

Tom Malloy

Bill Moseley

Carl Lumbly

Melissa Leo

Tom Noonan

Frank Rossi

Martin Donovan

Meltem Cumbul
Crew

Rob Schmidt

Rob Schmidt
Daniel Sollinger
Dylan Hopkins
Kathleen E. Kearney
Gene Harrison

David Shumbris

Jennifer Badger

Tina Mckissick
Kerry Herta

Tom Malloy

Isen Robbins
Aimee Schoof
Russell Terlecki
Eric Perlmutter

Tom Malloy
Joe DeSalvo
Frank Reynolds
Nicole Abellera Hallman
Natasha Cuba

Nancy Nayor
Kelly Wagner
Alicia Keywan
Clarissa Shanahan
Brian Rzepka
Lynn Falconer
Michelle Kearns
Kerry Herta
Michelle Kearns
Virginia Re
Katri Billard

Manny Siverio
“El asesino del alfabeto” (The Alphabet Killer) es un thriller de terror psicológico de 2008 dirigido por Rob Schmidt y protagonizado por Eliza Dushku, Cary Elwes y Timothy Hutton. La película se basa libremente en los infames asesinatos del alfabeto que tuvieron lugar en la década de 1970 en Rochester, Nueva York, donde tres niñas fueron brutalmente asesinadas, y sus nombres y apellidos comenzaban con la misma letra (por ejemplo, Carmen Colon, Wanda Walkowicz, Michelle Maenza).
Sinopsis:
Megan Paige (Eliza Dushku) es una detective de policía que queda traumatizada y mentalmente inestable después de no poder resolver el asesinato de una joven, el primero de una serie de crímenes en los que las víctimas son niñas cuyos nombres y apellidos tienen la misma inicial. El asesino, apodado “El Asesino del Alfabeto”, deja pistas crípticas en la escena del crimen. Incapaz de superar su fracaso y atormentada por visiones y alucinaciones, Megan es retirada del caso y busca tratamiento en una institución psiquiátrica.
A pesar de su condición, Megan está convencida de que el asesino volverá y que ella es la única que puede atraparlo. Con el apoyo de su novio, el detective Kenneth Shine (Cary Elwes), y la asistencia de un sacerdote local (Timothy Hutton), Megan se lanza en una obsesiva búsqueda de la verdad, a menudo difuminando la línea entre la realidad y sus propias psicosis. La película explora la lucha de Megan por mantener la cordura mientras se adentra más y más en la oscuridad de la mente del asesino.
Análisis y Temas:
La película intenta ser un estudio de personaje y un thriller psicológico, centrándose en el descenso a la locura de la protagonista. Los temas principales incluyen:
- Trauma y Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT): La película profundiza en cómo el trauma de un caso sin resolver afecta profundamente la psique de un detective, llevando a Megan a un estado de inestabilidad mental.
- La obsesión y la búsqueda de la verdad: La incapacidad de Megan para dejar ir el caso la consume por completo, mostrando los peligros de una obsesión desenfrenada.
- La difuminación de la realidad: A medida que la mente de Megan se deteriora, el espectador es llevado a cuestionar qué es real y qué son sus alucinaciones, creando una atmósfera de inquietud.
- El mal y la religión: La inclusión del personaje del sacerdote y las referencias bíblicas añaden una capa de reflexión sobre la naturaleza del mal y la búsqueda de redención o castigo.
Actuaciones:
- Eliza Dushku ofrece una actuación intensa como Megan Paige. Logra transmitir la angustia y la vulnerabilidad del personaje, aunque en ocasiones su interpretación puede caer en el histrionismo. Sin embargo, su compromiso con el papel es evidente.
- Cary Elwes cumple como el preocupado novio y compañero de Megan, proporcionando un anclaje de cordura en medio del caos.
- Timothy Hutton aporta una presencia serena y enigmática como el sacerdote, añadiendo una dimensión moral a la trama.
Dirección y Estilo Visual:
Rob Schmidt crea una atmósfera sombría y opresiva, utilizando una paleta de colores fríos y una cinematografía que a menudo refleja el estado mental fragmentado de Megan. Hay un uso notable de flashbacks y visiones para confundir al espectador y sumergirlo en la experiencia subjetiva de la protagonista. La dirección intenta ser estilística, pero a veces se siente un poco forzada.
Aspectos Positivos:
- Ambiente inquietante: La película logra crear una atmósfera de suspense y malestar psicológico.
- Tema interesante: La idea de una detective al borde de la locura por un caso sin resolver es intrigante.
- Actuación de Dushku: A pesar de algunos excesos, Dushku se entrega a su papel.
Aspectos Negativos:
- Ritmo irregular: La narrativa a menudo se siente lenta y desorganizada, lo que puede dificultar mantener el interés.
- Excesiva dependencia de los clichés del género: A veces, la película recurre a elementos predecibles de los thrillers de terror psicológico.
- Resolución confusa: El clímax y la revelación del asesino pueden resultar un tanto confusos y poco satisfactorios para algunos espectadores, dejando demasiadas preguntas sin respuesta o resolviendo de forma ambigua.
- Falta de desarrollo de personajes secundarios: Aparte de Megan, los demás personajes carecen de profundidad.
Opinión Personal:
“El asesino del alfabeto” es una película que, si bien tiene una premisa intrigante y algunos momentos de genuina tensión, lucha por mantener su cohesión y ofrecer una experiencia completamente satisfactoria. La intención de Rob Schmidt de sumergirnos en la mente torturada de Megan es loable, y Eliza Dushku hace un esfuerzo considerable para llevar el peso de la película. Sin embargo, en ocasiones, la representación de su deterioro mental puede sentirse un poco exagerada, rozando el cliché de la “mujer trastornada”.
El mayor problema de la película reside en su ritmo y en la forma en que maneja sus elementos de misterio. A menudo, el espectador es bombardeado con visiones y fragmentos que, en lugar de construir tensión, pueden generar confusión. La resolución final es uno de sus puntos más débiles; se siente apresurada y algo anticlimática, lo que frustra las expectativas creadas a lo largo de la película. Si bien la ambigüedad puede ser una herramienta poderosa en el cine, aquí parece más una falta de dirección clara.
A pesar de sus fallos, “El asesino del alfabeto” es una película que puede ser de interés para los amantes de los thrillers psicológicos oscuros, especialmente aquellos que disfrutan de las historias centradas en la fragilidad de la mente humana. No es una película perfecta, ni tampoco una que deje una impresión duradera, pero ofrece una mirada sombría a la obsesión y el trauma. Es una película para ver si te gustan los thrillers con un fuerte componente psicológico y estás dispuesto a perdonar sus irregularidades narrativas en favor de la atmósfera y la interpretación de Dushku. Si buscas un thriller de misterio clásico con una resolución clara, quizás te decepcione.
