El exorcista (1973)
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El Pavor Absoluto que Redefinió el Género y Sigue Poseyendo el Alma
En la historia del cine de terror, hay pocas películas que hayan alcanzado el estatus icónico y el impacto cultural de “El Exorcista” (1973). Dirigida con una maestría implacable por William Friedkin y basada en la novela de William Peter Blatty, esta obra maestra no solo redefinió lo que una película de terror podía ser, sino que provocó un miedo visceral y una controversia sin precedentes que perduran hasta hoy. Si te atreves a enfrentar la oscuridad más profunda, prepárate para ser testigo de una batalla espiritual que te helará la sangre.

La Batalla por un Alma: La Trama y Su Impacto Inmortal:
La historia se centra en Regan MacNeil (una escalofriante Linda Blair), una dulce niña de 12 años que comienza a experimentar cambios perturbadores en su comportamiento. Lo que inicialmente parecen ser problemas psicológicos o neurológicos, pronto se transforma en algo mucho más siniestro y aterrador: una posesión demoníaca.
Chris MacNeil (una angustiada y brillante Ellen Burstyn), la madre de Regan y una famosa actriz, agota todas las opciones médicas y científicas antes de recurrir a la fe. En su desesperación, busca la ayuda del Padre Damien Karras (un atormentado Jason Miller), un sacerdote jesuita que lucha con su propia crisis de fe. A medida que la condición de Regan empeora y el demonio muestra un poder y una malicia inimaginables, el Padre Karras se une al experimentado y enigmático Padre Lankester Merrin (el legendario Max von Sydow) para realizar un exorcismo que desafiará los límites de su fe, su resistencia y la propia naturaleza del mal.
Un Horror Realista y un Legado Inquebrantable:
“El Exorcista” no es una película de sobresaltos baratos. Su terror reside en su implacable realismo, su atmósfera opresiva y su voluntad de explorar temas profundamente perturbadores como la fe, la duda, la corrupción y la naturaleza del mal. Friedkin utilizó efectos prácticos revolucionarios para la época, muchos de los cuales siguen siendo impactantes hoy, evitando el uso excesivo de trucos visuales para mantener la verosimilitud de la posesión.
El impacto de la película en su estreno fue masivo: reportes de desmayos, vómitos, ataques de pánico y personas abandonando las salas de cine eran comunes. Generó debates religiosos, científicos y éticos, consolidándose no solo como una película de terror, sino como un fenómeno cultural que cambió para siempre la forma en que el público percibía el género.

Detalles Poco Conocidos que Profundizan el Miedo:
- Basada en un Caso Real: La novela de William Peter Blatty (quien también produjo y escribió el guion) se inspiró en un exorcismo documentado que tuvo lugar en 1949 en Maryland, involucrando a un niño (en la novela y película se cambió a una niña) que supuestamente fue poseído. Blatty investigó exhaustivamente el caso, lo que añadió un aterrador nivel de autenticidad a la historia.
- Condiciones Extremas de Rodaje: William Friedkin era conocido por su intensidad y su búsqueda de la autenticidad en el set. Para lograr las reacciones deseadas de los actores, utilizó métodos poco convencionales: Ellen Burstyn sufrió una lesión en la espalda en una escena donde era lanzada por el demonio (la silla estaba atada a un cable que la tiraba violentamente); los actores sintieron frío real en la habitación de Regan, mantenida a temperaturas bajo cero para que se viera el aliento; y Friedkin incluso disparó un arma en el set sin previo aviso para obtener reacciones de sorpresa.
- La Voz del Demonio: La voz gutural y demoníaca de Pazuzu (el demonio) fue interpretada por la legendaria actriz de radio Mercedes McCambridge, quien realizó una serie de preparativos extremos para conseguir el tono deseado: fumó mucho, bebió whisky, e incluso se ató a una silla. No fue acreditada inicialmente, pero luego se le dio el reconocimiento merecido.
- La Controversia de la Subliminalidad: Se rumorea que Friedkin insertó “imágenes subliminales” de caras demoníacas (particularmente del “Captain Howdy” o Pazuzu) en ciertos fotogramas de la película para aumentar el impacto psicológico del terror. Aunque el director siempre lo negó, las imágenes son claramente visibles en algunos momentos y han contribuido a la leyenda del film.
- Una Producción Costosa y Larga: A pesar de ser una película de terror, “El Exorcista” fue una producción considerablemente cara para la época ($12 millones de dólares) y el rodaje fue prolongado (más de 200 días). Sin embargo, el esfuerzo dio sus frutos, convirtiéndose en una de las películas más taquilleras de la historia y un hito para Warner Bros.
- El Vómito y las Vísceras: La infame escena del vómito verde de Regan fue lograda con una mezcla de sopa de guisantes y avena. La apariencia de las llagas y heridas de Regan fue el resultado de un trabajo de maquillaje prostético excepcional que desafió los límites de lo que era posible en aquel entonces.
Mi Opinión Personal: Más que Terror, un Golpe al Alma:
“El Exorcista” no es solo una película de terror para mí; es una experiencia cinematográfica que te cala hasta los huesos. La vi por primera vez siendo adolescente, y el impacto fue tal que me dejó inquieto durante semanas. Incluso hoy, con todas las películas de terror que he visto, pocas se acercan a su nivel de malestar y perturbación psicológica.
Lo que la hace tan poderosa es que no solo te asusta con efectos o sustos, sino que te desafía a nivel existencial. Te obliga a confrontar la posibilidad de un mal puro e incomprensible.
La actuación de Linda Blair es simplemente aterradora, y el sufrimiento de Ellen Burstyn como madre desesperada es desgarrador.
La dirección de Friedkin es magistral: cada encuadre, cada sonido, cada silencio está diseñado para maximizar el terror. La película no tiene miedo de ser lenta y metódica cuando es necesario, permitiendo que la atmósfera se construya y el horror se filtre gradualmente. El final, en particular, es una catarsis violenta que te deja agotado emocionalmente.
Si nunca la has visto o si hace mucho que no la revisitas, “El Exorcista” sigue siendo tan relevante y aterradora como lo fue en 1973. Es una obra maestra atemporal que no solo te hará saltar de tu asiento, sino que te hará cuestionar la propia naturaleza del bien y del mal. Un clásico ineludible que ha dejado una marca indeleble en el cine y en la psique colectiva.
¡Atrévete a entrar en el oscuro mundo de “El Exorcista” y deja que te posea!

























































