Así en el Cielo como en la Tierra (1995)
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La Comedia Divina que Desafió la Fe con Genio Absurdo
En el singular universo cinematográfico de José Luis Cuerda, donde lo absurdo y lo trascendental se entrelazan con una naturalidad desconcertante, brilla con luz propia “Así en el Cielo como en la Tierra” (1995). Esta comedia existencialista y surrealista, protagonizada por un elenco estelar del cine español, es una joya que aborda la fe, la divinidad y la condición humana con una irreverencia y una ternura únicas. Si estás harto de las comedias convencionales y buscas una película que te haga reír mientras te cuestionas el sentido de todo, prepárate para un viaje al cielo… y a sus despachos.

El Paraíso en Crisis: La Trama y su Delirante Premisa:
La película nos transporta a un cielo burocrático y desfasado, un paraíso habitado por figuras bíblicas y santos que, lejos de ser solemnes, son increíblemente humanos y están inmersos en una rutina celestial. Dios Padre (un hilarante Fernando Fernán Gómez), en plena crisis existencial y aburrido de la humanidad, decide que es momento de anunciar el fin del mundo.
Sin embargo, su hijo Jesús (un entrañable Gabino Diego) no está de acuerdo. Convencido de que la humanidad aún tiene redención, propone un último examen: regresar a la Tierra y vivir como un hombre más, para demostrarle a su padre que merecen una segunda oportunidad. Lo que sigue es una serie de situaciones desternillantes y diálogos memorables, donde las figuras divinas se comportan con las debilidades y virtudes más terrenales, mientras en el Paraíso se organiza el Apocalipsis con el tedio de una reunión de vecinos.
Un Humor Intelectual y Costumbrista al Estilo Cuerda:
“Así en el Cielo como en la Tierra” es una película de humor inteligente, que se nutre del absurdo de la situación y de la genialidad de sus diálogos. Cuerda, fiel a su estilo ya consolidado en obras como “Amanece, que no es poco”, crea un universo donde lo trascendente se vuelve mundano y lo mundano se eleva a categoría filosófica. No busca la risa fácil, sino la sonrisa cómplice que nace de la reflexión sobre la condición humana y la ironía de nuestra relación con lo divino.
El reparto es un auténtico desfile de talentos, cada uno aportando su particular idiosincrasia a personajes tan reconocibles como el Arcángel San Gabriel (un desquiciado Francisco Algora), San Pedro (un despistado Jesús Bonilla) o incluso un diablo “en paro” (interpretado por el propio José Luis Cuerda en un cameo).
Detalles Poco Conocidos que la Hacen Más Divina:
- La “Trilogía Rústica-Absurda”: Aunque no es una trilogía formal, “Así en el Cielo como en la Tierra” a menudo se agrupa con “Amanece, que no es poco” (1989) y “¡Ay, Carmela!” (1990) como parte de un estilo distintivo de Cuerda, caracterizado por su humor surrealista, diálogos ingeniosos y una crítica social o filosófica envuelta en un contexto aparentemente sencillo o rural (aunque aquí el “rural” es el Cielo).
- La Voz en Off de Cuerda: El director José Luis Cuerda no solo dirigió y co-escribió el guion (junto a Ray Loriga), sino que también es la voz en off del narrador de la película, añadiendo su toque personal e inconfundible al tono narrativo. Además, hace un cameo como el diablo sin trabajo.
- Un Elenco de Amigos y Colaboradores Fieles: Cuerda era conocido por trabajar repetidamente con un grupo de actores que entendían su particular humor y visión. En “Así en el Cielo…”, muchos de los intérpretes (Fernando Fernán Gómez, Gabino Diego, Chus Lampreave, Antonio Resines, Manuel Alexandre, etc.) eran habituales en sus películas, lo que contribuye a la cohesión y el encanto del reparto.
- La Filosofía Detrás del Absurdo: Aunque es una comedia, la película está imbuida de una profunda reflexión filosófica sobre la existencia de Dios, el libre albedrío, la fe y la moralidad. Cuerda utiliza el humor como vehículo para plantear preguntas serias sobre la naturaleza humana y divina, sin caer en la pedantería.
- Una Acogida Dividida pero Fiel: En su momento, la película pudo resultar desconcertante para parte del público y la crítica que no estaba familiarizada con el estilo de Cuerda, lo que pudo limitar su éxito masivo. Sin embargo, con el tiempo ha ganado un estatus de película de culto y es muy querida por los fans de su filmografía.
Mi Opinión Personal: Una Joya Imprescindible del Cine Español:
“Así en el Cielo como en la Tierra” es una de mis películas favoritas de José Luis Cuerda, y en general, del cine español. La vi por primera vez hace años y me cautivó por completo con su originalidad, su ingenio y su descaro. Es una película que te hace pensar, pero siempre con una sonrisa.
La genialidad de Fernando Fernán Gómez como un Dios gruñón y exasperado es un verdadero tesoro, y la interacción entre los personajes divinos y los problemas humanos es un continuo deleite.
Los diálogos son brillantes, llenos de frases lapidarias y observaciones agudas sobre la vida, la muerte y el más allá. La película tiene un ritmo pausado pero constante, permitiendo que el humor y la reflexión se cocinen a fuego lento.
No es una comedia para todos los públicos, requiere una cierta predisposición a lo surrealista y a la sátira. Pero si te dejas llevar por su premisa, descubrirás una obra que celebra la idiosincrasia española, se ríe de las convenciones religiosas y, al final, te deja con una sensación cálida y pensativa sobre la belleza y el absurdo de la existencia. Es, sin duda, una película que merece ser redescubierta y valorada como una pieza fundamental del cine de autor español.
¡Atrévete a cuestionar el Paraíso y a reírte con “Así en el Cielo como en la Tierra”!
