El resplandor (1980)
Tabla de contenidos
- La Locura Más Allá de los Muros, un Clásico que Todavía Acecha la Mente
- El Confinamiento que Desata el Horror: La Trama y Su Gélida Inmersión:
- La Maestra Precisión de Kubrick y un Horror Incomparable:
- Detalles Poco Conocidos que Profundizan en la Leyenda:
- Mi Opinión Personal: Un Viaje Hipnótico al Corazón del Miedo:
La Locura Más Allá de los Muros, un Clásico que Todavía Acecha la Mente
En el panteón del cine de terror, hay obras que trascienden el género para convertirse en hitos culturales. “El Resplandor” (1980), dirigida por el maestro perfeccionista Stanley Kubrick y basada (libremente) en la novela de Stephen King, no es solo una película: es una experiencia cinematográfica hipnótica y aterradora que ha moldeado generaciones de cineastas y espectadores. Si buscas un horror psicológico que se filtra en tu subconsciente y te deja cuestionando tu propia cordura, prepárate para registrarte en el escalofriante Hotel Overlook.

El Confinamiento que Desata el Horror: La Trama y Su Gélida Inmersión:
Jack Torrance (un icónico e inolvidable Jack Nicholson), un escritor y alcohólico en recuperación, acepta un puesto como cuidador de invierno en el lujoso y aislado Hotel Overlook, en las Montañas Rocosas de Colorado. Llega con su esposa Wendy (una aterrorizada Shelley Duvall) y su hijo Danny (un inquietante Danny Lloyd), quien posee una habilidad psíquica llamada “el resplandor”.
A medida que el aislamiento invernal se intensifica y la familia queda completamente incomunicada por la nieve, el Overlook, con su oscuro pasado de violencia y locura, comienza a ejercer una influencia nefasta sobre Jack. Las visiones perturbadoras de Danny se hacen más frecuentes, y la ya frágil psique de Jack se desintegra lentamente, transformándolo en un maníaco homicida empeñado en destruir a su familia. Lo que sigue es un descenso ineludible a la locura, donde la claustrofobia y el terror sobrenatural se fusionan en una pesadilla.
La Maestra Precisión de Kubrick y un Horror Incomparable:
El Resplandor” es una película de terror diferente. Kubrick se aleja de los sustos fáciles para construir una atmósfera opresiva a través de una dirección meticulosa, una cinematografía inquietante (con el uso revolucionario del Steadicam que seguía a Danny en su triciclo), y una banda sonora disonante que te mantiene constantemente al límite. Cada encuadre es una obra de arte, calculada para evocar una sensación de malestar y presagio.
El terror no proviene solo de lo sobrenatural, sino de la desintegración psicológica de Jack y el horror de la violencia doméstica. La película te arrastra a la locura de los personajes, difuminando la línea entre lo real y lo alucinatorio, dejando al espectador en un estado de paranoia y desasosiego mucho después de que terminen los créditos.
Detalles Poco Conocidos que Profundizan en la Leyenda:
- La Famosa Adaptación que King Odiaba: A pesar del estatus icónico de la película, Stephen King ha sido vocalmente crítico con la adaptación de Kubrick, sintiendo que desvirtuó los temas principales de su novela (como el alcoholismo de Jack) y que el personaje de Jack Torrance ya estaba loco desde el principio, sin un arco de deterioro. Esta fricción entre autor y director es una de las anécdotas más conocidas de la película.
- El Infame Trato a Shelley Duvall: Se ha documentado ampliamente que Stanley Kubrick fue extremadamente exigente con Shelley Duvall, llegando al punto de ser cruel, en un intento deliberado de inducir el estado de ansiedad y desesperación que requería el personaje de Wendy. La actriz sufrió estrés severo, perdió cabello y se decía que estaba al borde de un colapso nervioso durante la producción. Algunas tomas icónicas de su angustia son el resultado directo de este método.
- La Escalofriante Improvisación de Jack Nicholson: La famosa frase “¡Aquí está Johnny!” (Here’s Johnny!) que Jack Nicholson grita al romper la puerta del baño es una improvisación del actor, inspirada en la presentación de Johnny Carson en “The Tonight Show”. Kubrick, que valoraba la espontaneidad, la mantuvo en el corte final y se convirtió en una de las frases más célebres del cine.
- El Laberinto Real y el Laberinto Mental: El icónico laberinto de setos no existía en la novela de King, fue una invención de Kubrick para la película. Sirve como una metáfora visual del laberinto mental en el que se encuentra Jack y la imposibilidad de escapar del destino del Overlook. La maqueta utilizada para las tomas aéreas es un detalle de artesanía innegable.
- La Película Más Larga que se Quería Acortar: Inicialmente, “El Resplandor” fue más larga. Después de las primeras proyecciones de prueba, Kubrick eliminó una escena de dos minutos que ocurría después de la explosión del Overlook. En ella, Ullman (el gerente del hotel) visitaba a Wendy y Danny en el hospital y les explicaba que la investigación sobre la desaparición de Jack había revelado que los incidentes anteriores eran culpa suya. Esta escena, eliminada por Kubrick, cambiaba ligeramente la ambigüedad sobrenatural de la película.
- El Rodaje Controvertido: El rodaje de “El Resplandor” fue notoriamente largo y agotador, extendiéndose por casi un año. La obsesión de Kubrick por la perfección llevó a innumerables tomas de la misma escena, con el récord de 127 tomas para una escena de diálogo de Shelley Duvall.

Mi Opinión Personal: Un Viaje Hipnótico al Corazón del Miedo:
“El Resplandor” no es solo mi película de terror favorita, sino una de mis películas preferidas en general. La vi por primera vez siendo muy joven, y su impacto fue sísmico. No es el tipo de horror que te hace saltar del asiento constantemente, sino el que se te mete bajo la piel y te corroe la mente lentamente.
La actuación de Jack Nicholson es una clase magistral de locura controlada y descontrolada. Cada gesto, cada mirada, es icónico.
Y aunque el trato a Shelley Duvall fue reprobable, su actuación de pura agonía y terror es innegablemente poderosa y contribuye inmensamente a la claustrofobia de la película.
La maestría técnica de Kubrick es innegable. La simetría de los planos, la forma en que los colores se utilizan para evocar emociones, el uso del espacio y el silencio para generar tensión… todo es una lección de cine. El laberinto, los pasillos interminables del Overlook, las gemelas… cada elemento se ha grabado en la conciencia colectiva.
“El Resplandor” es una película que te invita a la re-interpretación. ¿Es sobrenatural o es simplemente la locura que se gesta en el aislamiento? Esa ambigüedad es lo que la hace tan duradera. Es una obra de arte que te desafía a mirar de cerca la oscuridad, tanto la que reside en los lugares como la que anida en el alma humana. Un clásico imperecedero que sigue brillando con una luz oscura y fascinante.
¡Abre la puerta del Hotel Overlook y deja que “El Resplandor” te atrape!
